En este post hablaremos del Diagnóstico genético preimplantacional pros y contras. A la hora de dar el paso y decidirte a realizarte un proceso de fecundación siempre surgen dudas, ¿se hará bien la trasferencia? ¿Tendré un bebé sano? Si te preocupa el estado de tu futuro bebé o que éste pueda tener alguna enfermedad genética, con el Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) puedes cumplir tu ilusión con total garantía.
El DGP es una técnica que nos permite localizar los embriones que puedan tener una alteración genética que lleve a término un embarazo con el nacimiento de un bebe no sano. Es importante conocer los pros y contras de este tratamiento y saber cuáles son estas anomalías y cómo podemos clasificarlas.
Se puede hacer una clasificación mediante el número de cromosomas o mediante la estructura, lo que se traduce en dos tipos de anomalías: numéricas o estructurales.
- Las anomalías numéricas se caracterizan por tener cromosomas de más o de menos, es decir hay un aumento/disminución en el número de cromosomas que deberían tener (23 pares).
- Por otro lado, en cuanto a las anomalías estructurales se dan cuando falta una parte de un cromosoma en concreto. También cuando hay más partes de las debidas, una parte se ha trasladado a otro o está invertida.
Detectar a tiempo si el embrión está sano y libre de cualquier carga genética dañina, nos permite asegurar una descendencia sana y erradicar la transmisión de esta enfermedad a futuras generaciones.
¿Para qué se realiza un DGP?
El Diagnóstico Genético Preimplantacional es una técnica propia de la medicina reproductiva que nos permite localizar en los embriones, antes de transferirlos al útero, enfermedades graves causadas por alteraciones genéticas y cromosómicas. Es una técnica que nos ofrece la posibilidad de investigar las características genéticas que tienen los embriones antes de realizar la transferencia al útero materno y así poder llegar a evitar que el bebé nazca con alteraciones hereditarias.
Las alteraciones se transmiten a los embriones a través de los progenitores y se son más propensas cuando hay por medio diversos factores como, por ejemplo, la edad avanzada de los padres o si son portadores o enfermos de alguna enfermedad monogénica. Con este procedimiento somos capaces de obtener información de gran potencial que nos ayudará a traer al mundo bebés libres de enfermedades genéticas.
Recomendamos la realización de este proceso cuando los progenitores rondan los 38-40 años, edad a partir de la cual existe un aumento en el riesgo de sufrir alteraciones cromosómicas de los embriones.
Pros del diagnóstico genético preimplantacional
Entre las ventajas de la realización de este proceso encontramos:
- Una mejora de la selección embrionaria, ya que solo seleccionamos aquellos embriones libres de alteraciones.
- Evitamos la transferencia de embriones que tengan problemas para culminar la implantación. En ocasiones nos encontramos con alteraciones cromosómicas que son incompatibles con la vida y que impiden que el embarazo se lleve a término. Además, existen otro tipo de alteraciones que son menos dañinas para el embrión pero que impide que la gestación se desarrolle correctamente. En estos casos es posible que el embarazo termine en aborto o que el futuro bebé padezca diferentes síndromes como el síndrome de Down, Patau, Edwards, etc. Conocer este problema antes de la transferencia nos permite descartar aquellos embriones y optimizar el proceso.
- Optimizamos el proceso y reducimos el tiempo para conseguir embarazo. Al conocer cuáles son los embriones más óptimos para llevar a cabo el embarazo no “perdemos” tiempo y optimizamos el proceso transfiriendo embriones darán lugar al nacimiento de un niño sano. Además, al conocer en profundidad el estado de los embriones el proceso será más certero, previniendo que los futuros padres tengan que pasar por la incertidumbre de que el embarazo se lleve a cabo y disminuyendo los costes de realizar varios tratamientos alternativos.
Contras del diagnóstico genético preimplantacional
Respecto a los contras o las desventajas de este tratamiento destacamos:
- Es un procedimiento invasivo. Aunque en los últimos años, la técnica es más avanzada y no afecta a la viabilidad del embrión, este procedimiento requiere una biopsia al embrión para poder realizar su prueba genética.
- La transferencia del embrión no se lleve a cabo. En determinadas circunstancias, es posible que todos los embriones sean anómalos y no se pueda realizar la transferencia, en esta ocasión, además de la molestia ocasionada hay que añadir la fuerte carga emocional.